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F O C U S
Regreso triunfal
Los relojes Tiffany están de vuelta. Desde
su adquisición por LVMH, la primera
marca de joyería americana ha desarro-
llado una nueva visión relojera: combina el
espíritu y el brillo de sus joyas más emble-
máticas con el savoir-faire más refinado
de la alta relojería.
Tiffany tiene historia. Los relojes forman parte de su
catálogo desde 1847, y la marca se convirtió en uno de
los principales minoristas de relojes y cronómetros en
Estados Unidos, con talleres tanto en Ginebra como en
Nueva York. El libro Tiffany Timepieces de John Loring
comienza con una ilustración de Mark Twain admi-
rando un reloj Tiffany de 25.000 dólares en la Exposición
Universal de Filadelfia en 1876.
Tras comenzar importando relojes europeos, Tiffany
se convirtió en agente exclusivo de Patek Philippe en
Estados Unidos. En 1874, abrió su propia manufactura
relojera en Ginebra, ya que Charles Lewis Tiffany, impre-
sionado por la producción de vanguardia de Waltham,
creía que esas técnicas podían aplicarse para mejorar
la producción suiza. De esa fusión nació una combina-
ción poderosa de alta relojería suiza y arte joyero bajo
el sello de Tiffany, que llevó a la marca a crear cada vez
más relojes joya desde la década de 1880.
A principios del siglo XX, Tiffany & Co. era un referente
para la élite estadounidense. Tanto es así que, cuando
quisieron agradecer al capitán Arthur H. Rostron del
RMS Carpathia por haberles salvado la vida tras el hun-
dimiento del Titanic, las esposas de tres de los empresa-
rios más ricos de Nueva York -John Jacob Astor, John B.
Thayer y George D. Widener- pensaron inmediatamente
en un reloj de bolsillo Tiffany & Co.
Desde mediados de la década de 1930, Tiffany
diversificó sus proveedores, trabajando con Waltham,
Hamilton y fabricantes suizos, convirtiéndose en el
mayor minorista y productor de relojes de Estados Unidos.
Con la llegada de Jean Schlumberger en los años 50, creó
los relojes más originales de su historia.
En las décadas siguientes, los célebres catálogos azu-
les de Tiffany presentaban innovadores modelos, como
uno de los primeros relojes digitales, el Tiffany Pulsar.
Entre los años 1980 y 2000 se sucedieron los éxitos fir-
mados por grandes nombres como Elsa Peretti, Paloma
Picasso, John Loring o Jorg Hysek (creador del célebre
modelo 222 de Vacheron Constantin).
Hoy, la creatividad ha regresado. El legado está en el
centro de este renacimiento, una especie de “regreso al
futuro” basado en dibujos de archivo, diseñadores estre-
lla de Tiffany y la arquitectura neoyorquina. Es una visión
de la relojería fusionada, que obtiene su brillo y estilo
de fuentes patrimoniales. Así, el icónico broche Bird on
a Rock de Schlumberger ha dado lugar al reloj Bird on a
Flying Tourbillon (ver pág. 67), tanto en espíritu como
en detalles. Este reloj presenta una esfera de esmalte
champlevé, flores en aplique y una subesfera engastada
con diamantes que rodea un tourbillon volante. El movi-
miento exclusivo, desarrollado por Artime, se une a un
savoir-faire artesanal excepcional: 80 horas de esmal-
tado y 40 de engaste para el pájaro, en una creación que
evoca la fantasía característica de Schlumberger.
La alta joyería marca el rumbo, pero Tiffany también
ha revitalizado sus colecciones más icónicas, siempre
respetando su legado. El motivo Rope (trenzado), uno
de los más reconocibles de Jean Schlumberger, cobra
nueva vida en un reloj que expresa perfectamente la
dirección que ha tomado Tiffany. Círculos concéntricos
de oro trenzado, rodeando un aro de diamantes, forman
un amplio bisel en torno a una esfera (negra o de nácar)
que oculta las células solares que recargan el reloj.
En la colección HardWear, inspirada en una línea
de joyas lanzada en 1962, se sigue un enfoque similar.
Combina el chic industrial con el arte joyero en relojes
de forma cojín, con cristal de zafiro y fondo facetados
al estilo del Tiffany Diamond, y montados en brazale-
tes de catorce eslabones, fluidos y cómodos pese a su
apariencia robusta. Entre los tres modelos iniciales, la
estrella luce una esfera lacada Tiffany Blue con efecto
“crush”, decorada con un motivo que recuerda fragmen-
tos de diamantes, rodeada por diamantes en el bisel y
las asas, una composición audaz en contraste con una
caja de acero y un brazalete HardWear en plata.
Como era de esperar, esto es solo el comienzo, ya que
la obra de Loring es un auténtico tesoro, por no hablar
del resto de los archivos. Con unos recursos tan ricos y
un equipo claramente capaz de aportar espíritu y carác-
ter a la renovación de los diseños históricos, el futuro de
Tiffany está asegurado. ■ James Gurney
1. TIFFANY & CO. Schlumberger by Tiffany & Co. Bird on a Rock.
Inspirada en el broche homónimo, una creación legendaria de
Jean Schlumberger de 1965, la colección de relojería Schlumber-
ger by Tiffany & Co. Bird on a Rock se presenta en varios mode-
los de alta joyería. El reloj en oro blanco, de 36 mm de diámetro,
que se muestra aquí, lleva 36 piedras de color (zafiros, topacios y
esmeraldas) y más de 700 diamantes. Gracias a un ingenioso sis-
tema, el pájaro posado sobre un anillo en el perímetro de la esfera
gira al mover la muñeca. Movimiento de cuarzo.
2. TIFFANY & CO. HardWear. La colección HardWear está inspi-
rada en una pulsera de 1962. Recupera sus eslabones a ambos lados
de una caja de forma cojín (24 x 24 mm). El modelo más precioso
tiene caja de acero con 54 diamantes talla brillante, y una pulsera
de plata 925, disponible en varias longitudes. La esfera Tiffany
Blue® está cubierta por un cristal de zafiro facetado que recuerda
el corte del legendario Tiffany Diamond. Movimiento de cuarzo.